(Barcelona, 1983) es escritora y periodista.
Licenciada en Periodismo y Guion, ha trabajado en distintos medios de
comunicación. Es editora de la revista independiente Láudano(www.laudanomag.com) y
colabora con la revista Quimera. Sus relatos han sido publicados en
diversas antologías de cuento fantástico.
El silencio de las sirenas es su primera novela.
Link a la reseña:
ENTREVISTA
IDR. Periodista y guionista, directora y colaboradora en revistas
culturales, autora de relatos fantásticos. ¿Cómo te lanzaste a escribir El
silencio de las sirenas? ¿De dónde surgió la epifanía?
BGG. Durante un periodo de crisis, que a veces son los momentos
de más creatividad. Al principio solo quería escribir una simple aventura
marítima, tenía un amigo buceador y me explicaba anécdotas sobre personas que
habían quedado atrapadas bajo el agua en estado de narcosis. Así que pasé un
mes escribiendo frenéticamente una historia de sirenas y buzos y cuando
terminé, la metí en un cajón y la olvidé. Tiempo después la retomé, porque me
di cuenta de que el protagonista carecía de vida interior y empecé a narrar de
nuevo la historia como un flujo de pensamiento, donde emergieron, como si
rescatase del fondo del mar un buque hundido, todas las vivencias pasadas de
Oless, sus sombras, y el manuscrito volvió a dormir. Y ya en una tercera fase,
mientras estudiaba psicoanálisis, de repente se me revelaron los símbolos de la
novela como parte de esa psicología del personaje, y ahí sí que nació El
silencio de las sirenas como tal, donde incluso el océano era tan
protagonista de la historia como este pobre buzo a merced de las corrientes.
IDR. Ahondando en tus recuerdos, ¿de dónde nació tu pasión literaria?
¿Cuáles fueron tus inicios?
BGG. De niña ya escribía y leía muchísimo. Era bastante solitaria y
siempre estaba soñando despierta. Como nunca sentí que encajase demasiado, la
literatura siempre fue mi refugio y mi mejor compañía. También escribía teatro
y representábamos las obras en el colegio, que era religioso, y siempre
estábamos bajo amenaza de censura. Pero creo que esa pasión literaria en buena
parte se debió a mi necesidad como niña y luego adolescente de buscar
respuestas y también como un mecanismo de resistencia.
IDR. ¿Quién te introdujo al mundo de los libros? ¿Tienes algún libro
preferido, que haya significado una inflexión para ti?
BGG. Mi abuela era una persona muy lectora, sobre todo de ensayos
sobre la guerra civil, que era la época que había vivido. Pero creo que la
persona que más me marcó, aunque suene un poco típico, fue mi profesor de
literatura del colegio, Francisco Saavedra, con el cual descubrí La
Odisea y también a Baroja y Shakespeare, y tenía un talento increíble
para hacernos entender el sentido de las obras y a sus autores. Mi libro
favorito de niña era Cien años de soledad, lo leí al menos una
docena de veces y sabía de memoria fragmentos enteros.
IDR. ¿Qué te consideras antes: lectora o escritora?
BGG. Creo que para ser un buen escritor debes ser primero un gran
lector, así que me siento más lectora que escritora. Porque aunque un día tal
vez no tenga nada más que contar, seguiré leyendo vorazmente. Hay demasiados
buenos libros para lo corta que es la vida.
IDR. El silencio de las sirenas es una novela
profundamente emocional y metafórica, ¿qué querías transmitir al lector?
BGG. Quería explicar la historia de un ‘loser’, un hombre corriente
con un pasado traumático a sus espaldas en su desesperado esfuerzo por salir a
flote y llegar a tierra firme. La aventura que vive Oless Svalbard es un
intento no consciente de poner cada cosa en su lugar y entender lo que le ha
ocurrido, pero, ¿acaso dominamos los elementos que viven en nosotros? Incluso La
Odisea de Homero puede ser entendida en clave simbólica, pero tal vez
si la hubiera escrito en el siglo XXI, Ulises nunca hubiera llegado a Ítaca. Yo
quería explicar ese naufragio poniendo al mismo nivel el viaje como aventura
física, emocional y sobre todo inconsciente.
IDR. El narrador de la obra es masculino hasta los huesos. Si no
hubiera visto tu nombre en la portada, no hubiera sabido que eras una mujer.
¿Es complicado entrar en la voz de un/varios hombres?
BGG. Debe ser que, como dice Jung, tengo un ánimus, la
parte masculina de uno mismo, bastante potente, porque siempre se me ha dado
mejor narrar con una voz masculina. Pero cuando concebí el personaje de Oless y
construí su pasado y su psicología, fue fácil entrar en su mundo y sus
emociones. Creo que todos tenemos interiorizados una infinidad de personajes en
potencia y al conectar con ellos es casi una posesión. Lo cual no quiere decir
que no escriba otra novela en la que el protagonista sea una mujer, pero
supongo que había una necesidad psicológica de dar rienda suelta a esa voz
masculina y delirante.
IDR. La ironía y el desprecio hacia la mujer es continuo, ¿querías
hacer una crítica y al mismo tiempo un retrato hacia la fauna y flora femenina?
¿Un retrato de la mujer como hembra, bestia y diosa?
BGG. Para Oless Svalbard, igual que para muchos hombres, la mujer y
lo que representa resulta algo amenazante a la vez que seductor, igual que lo
fueron mitológicamente las sirenas. Oless tiene una radiografía emocional
complicada: una madre castrante obsesionada con las estadísticas de muerte
súbita, una exmujer que, dado que su referente materno era el que era, no fue
mucho mejor… Entender a la mujer es el motor del viaje y el motivo de su
naufragio. Su simbología dentro de la novela no solo está presente en los
personajes femeninos, que son proyecciones, sino incluso en el mar como útero
materno.
IDR. El caos, el laberinto temporal y los dejavús,
empujan al lector preguntarse qué está ocurriendo, a fabular posibles finales o
destinos para Oless y el resto de "personajes". ¿Qué tratabas de
provocar? ¿Eres de las que cree que una novela ha de removerte por dentro?
BGG. Lo que hice fue preguntarme cómo sería narrar una aventura
cuando los pensamientos y sueños del personaje toman tal relevancia que se
sitúan al mismo nivel que la historia. Imaginar qué ocurría si de repente se
hubiera desbordado esa presa y el agua desalinizada de nuestra consciencia se
mezclase con la del mar de nuestro inconsciente, un espacio mental tan poco
explorado donde la noción de tiempo, los recuerdos y las fantasías fuesen uno…
Pocas veces se nos enseña qué hay realmente en el interior de un hombre; esto
es lo que me propuse. Y sí, creo que es importante que una novela te remueva
por dentro; tenemos demasiada tendencia a escapar de nosotros mismos, a conocer
mejor lo que nos rodea que nuestro interior, y necesitamos historias que nos
incomoden y nos provoquen para volver a mirarnos intensamente.
IDR. ¿Crees en sirenas? Y en caso afirmativo, ¿qué son para ti?
BGG. Como dice el sirenólogo Morris Cooper en el libro, la prueba de
la existencia de sirenas es nuestra capacidad para imaginarlas. Yo creo en las
sirenas como símbolo de la perversa seductora, que no tiene nada que ver con la
imagen naïf y vaciada de todo poder que ha llegado a nuestros
días. Los mitos viven en nosotros, nos explican quiénes somos. Cuando el héroe
se enfrenta a un ser monstruoso, en realidad está combatiendo a una faceta de
él mismo, su propia sombra.
IDR. ¿Tienes algún método de escritura? ¿Qué haces antes de ponerte a
escribir?
BGG. Soy una persona bastante caótica. Cuando una imagen se instala
en mi cabeza voy tirando del hilo a través de música, fotografías, ideas, otros
libros que podrían inspirarme; continúo la historia mentalmente y voy tomando
apuntes. Si al cabo de un tiempo me aburro de la historia, la dejo. Si me
atrapa lo suficiente como para sentarme a escribirla, entonces, arde Troya,
porque todo lo demás pasa automáticamente a un segundo plano, lo cual,
reconozco, debe ser bastante duro para quienes me rodean, pero no conozco otra
forma de escribir. No soy la persona metódica que se obliga a dedicar a su
novela una hora o dos al día.
IDR. ¿Algún nuevo proyecto entre manos del que nos puedas hablar?
BGG. Tengo una novela cocinándose en mi cabeza y en apuntes, pero
todavía no ha llegado a ese punto de fascinación… Pero espero que la historia
crezca y vuelva a secuestrarme, porque es un proceso que me fascina y me hace
sentir viva.
IDR. ¿Cómo es trabajar con una editorial como Salto de Página? ¿Y
cómo ha sido tu experiencia en el mundo editorial en general?
BGG. Nunca había trabajado con una editorial antes, y menos de este
calibre, y reconozco que he tenido una suerte bárbara. Salto de Página es una
editorial magnífica a todos los niveles, el profesional y el humano. No puedo
compararla con otras editoriales, pero ojalá todos los editores fueran como el
mío, que cuida y respeta tanto a sus autores. Y reconozco que es complicadísimo
publicar en un momento como este; los escritores, sobre todo los que buscan su
primera oportunidad, lo pasan realmente mal y cuesta mucho abrirse camino
cuando intentas que una editorial que recibe cien o doscientos manuscritos
diarios lea tu obra.
IDR. ¿Qué le recomendarías a un autor novel que busque editorial para
su manuscrito?
BGG. Desde que publiqué la novela me escribe mucha gente para pedirme
consejo y les cuento cómo me ocurrió a mí, y creo que está bien explicarlo
porque el autor novel está muy desencantado y hay mucho oscurantismo de nuevas
editoriales que quieren venderle su moto. Yo acababa de mudarme a Madrid por
trabajo y me enteré de que el Festival Eñe organizaba la actividad ‘Cuatro
editores en busca de autor’, presenté mi solicitud el último día de plazo
pensando que no la escogerían, pero no fue así, y al cabo de una semana estaba
sentada con Pablo Mazo hablándole sobre mi novela, le gustó la idea, leyó el
manuscrito y me llamó.
Lo que quiero decir es que si uno cree en su obra
debe seguir intentándolo una y otra vez, sin desesperarse, porque tarde o
temprano puede llegarte la oportunidad. No es un camino fácil, es una carrera
de fondo. Y sabes que eres escritor de verdad cuando a pesar de todos los
obstáculos y las malas críticas, y las personas que intentan desalentarte,
sigues escribiendo porque no conoces nada que te provoque más placer en la
vida. Como me dijo una vez Ana María Matute, pasa de los premios y los
aplausos, limítate a escribir y ya llegará.
IDR. La promoción de las obras es uno de los puntos fundamentales a
la hora de llegar a los lectores. ¿Cómo la encaras tú? ¿Crees en los canales
convencionales? ¿Y en las redes sociales? ¿Hasta dónde influyen los
libreros?
BGG. A mí ese tema se me da bastante mal y me incomoda, soy una
relaciones públicas de mis propios proyectos nefasta, pero creo, como tú dices,
que es fundamental. Las redes sociales son esenciales para que un autor se de a
conocer y luego, por supuesto, que aparezcan reseñas en medios y blogs, que es
bastante más difícil y escapa mucho a tu control. Yo trabajo en un periódico y
a la redacción llegan diariamente muchísimos libros y la mayoría nunca son
reseñados, porque los medios tendemos a dar voz a lo que vende y ya la tiene,
esto es así.
Los libreros son clave, porque, además, el buen
librero lee la mayoría de los libros que llegan a su librería y sabe
recomendarte. Yo soy muy fan de las librerías independientes porque son los
mejores prescriptores de una obra. Aún recuerdo a mi librero de Badalona –la
librería cerró hace años, tristemente-, pero era un prodigio; llegué a pedirle
libros por temática casi de metabuscador, del tipo: busco una obra en la que el
protagonista es un niño que tiene un lagarto como mascota y sus padres han
muerto en un accidente de moto, y el hombre volvía con tres o cuatro.
¡Impresionante!
IDR. ¿Dónde crees que termina el papel del editor y empieza el del
autor en la tarea de visibilizar una nueva obra?
BGG. Creo que es algo así como un tándem, pero no hay que olvidar que
mientras tú sólo debes preocuparte de tu obra, el editor tiene que ocuparse de
otros muchísimos autores y, o colaboras en dar a conocer lo que por otra parte
es tu criatura, o desaparecerá en el montón de novedades.
IDR. Algunos dicen que las presentaciones son un recurso obsoleto de
tiempos en que la comunicación entre lector-autor no era tan inmediata. ¿Qué
opinas?
BGG. Yo no estoy de acuerdo, a mí como lectora me gusta ir a presentaciones
porque te permite conocer un poco más al autor. Luego es cierto que te da
visibilidad, pero también es muy interesante, sobre todo cuando el presentador
de la obra es bueno, no necesariamente conocido, y da a los lectores otras
perspectivas sobre el libro y hace preguntas que quizás nunca antes te han
hecho. Me parece que en un mundo tan virtual debemos seguir manteniendo algo
tan físico y humano como es una presentación, que sea más bien un diálogo o
incluso una tertulia con tus lectores.
IDR. Como lectora, ¿qué prefieres: papel o ebook?
BGG. El papel, siempre.
IDR. ¿Qué es lo que te atrae de una historia y que te hace
abandonarla?
BGG. Me gustan las historias que ahonden en la psicología del
personaje y que sean un poco arriesgadas en la forma, y también el estilo del
autor me pesa bastante. Porque, como en el cine, si la historia es buena pero
no está bien narrada o el autor hace quiebros simplemente para lucirse, pierde
totalmente la fuerza y es aburrida y, lo que es peor, poco sincera. Me siento
agradecida cuando noto que un autor ha puesto parte de sí mismo en lo que
escribe, porque es como esas obras de Francis Bacon que al contemplarlas te
están arañando un poco el alma.
IDR. ¿Qué estás leyendo ahora?
BGG. Precisamente, un ejemplo de lo que mencionaba: Plop,
de Rafael Pinedo, que publicó Salto de Página, y me parece una obra sincera y
colosal.
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Isabel del Río
Febrero 2016
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