Formación y corazón de letras. Después de
trabajar varios años en el sector financiero decidió invertir todos sus ahorros
en cambiar su forma de vida. Ahora trabaja más horas que nunca pero también con
más pasión.
ENTREVISTA
Una editorial atípica que apuesta por las raras avis, por lo extravagante, original y sugerente; por las emociones a flor de piel.
Recuerdo
que los conocí gracias a una obra que me llevaba a recorrer el barrio de
Gracia, a rememorar lo que sentía de pequeña, con mi manita en la de mi abuelo,
esa emoción etérea de calidez y hogar. Quise conocerlos y me encontré con
Laura: editora, madre, amiga y gran amante de la literatura. Hablamos del
pensamiento editorial, de cómo debía ser una librería hoy en día, de para qué
debía servir un libro..., o al menos de lo que nosotras soñábamos. Un sueño que
se ha ido haciendo realidad en Rayo Verde, con obras que no dejan indiferente a
nadie, viajes a ferias literarias y premios bien merecidos.
I. ¿Cómo fue el nacimiento de
Rayo Verde? ¿Por qué os metisteis en este berenjenal? ;)
LH. El origen fueron dos libros
que no podíamos encontrar en nuestro idioma o en nuestras librerías. En un caso
la obra de Juan José Saer, un escritor argentino maravilloso que nos deja
perplejos en cada relectura y cuyo fondo vamos recuperando poco a poco. En
otro, la obra de Gerbrand Bakker, reconocida por los más prestigiosos Premios
internacionales, traducido a más de veinte idiomas y que aquí los libreros
apoyaron con el Premio Llibreter. La intención era buena pero aunque teníamos
muy claro y definido el proyecto, no teníamos ni idea de dónde nos metíamos.
I. Como he comentado antes, Rayo
Verde publica obras poco comunes y muy especiales, ¿cuál es la filosofía de la
editorial? ¿Qué criterio seguís a la hora de escoger un manuscrito?
LH. Buscamos literatura, obras
singulares que puedan formar parte de los clásicos en el futuro. Autores que
destacan por su originalidad o brillantez como el caso de Víctor Sabaté o el de
Álvaro del Olmo. También nos interesa ofrecer una panorámica amplia de la
literatura internacional huyendo de centrarnos en la cultura anglosajona que
invade todos los terrenos. Nos interesa descubrir escritores y obras de todo el
mundo, y ya llevamos explorado una buena parte: Brasil, Holanda, Grecia,
Croacia, Polonia, Irlanda, Francia, Austria, Alemania, Turquía...
I. Autores autóctonos y
extranjeros, vivos e históricos, ¿qué es lo que buscáis en una obra para Rayo
Verde?
LH. Bueno, es un poco lo que te
comentaba, obras que te queden. El nombre de la editorial define nuestra idea.
Puedes ir y ver muchas puestas de sol, te gustarán y algunas las recordarás.
Pero si ves una rayo verde en una de esas puestas de sol resultará inolvidable.
Es lo que buscamos, que nuestros libros hagan 'clic' en nuestros lectores, les
renuevan cosas dentro y se queden con ellos para siempre.
I. Y como lectora, ¿qué buscas en
una novela/antología/...?
LH. Como lectora busco lo mismo
que ofrezco. Me fastidia lo banal, perder el tiempo. Hay tanta buena literatura
por leer y tan poco tiempo... Me encantaría que los libros avisaran de alguna
forma de eso. Por eso intentamos fidelizar a la marca de nuestra editorial,
garantizar de alguna manera que queremos que nuestros libros no sean banales.
Así el lector puede encontrar refugios en marcas editoriales que conoce.
I. Cada año que pasa recibís más
reconocimiento, ¿os lo esperabais? ¿Cómo os hace sentir?
LH. Bueno, lo más sorprendente fue
el Premio Llibreter con el primer libro que publicamos Todo está tranquilo arriba de Gerbrand Bakker. Hemos ganado tres
premios en tres años y nos felicitan por nuestro catálogo. Eso te hace sentir que algo estás haciendo
bien pero nos queda mucho camino por recorrer y mucho que demostrar todavía.
I. Eres madre de dos peques y
alguna vez has hablado de ciertos comentarios al respecto que, si fueras
hombre, quizá no hubieras recibido. ¿Cómo es la vida de una mujer en el mundo
editorial? ¿Qué consejo les darías a las mujeres que quieren ser madres y no se
atreven por su trabajo, o que son madres y no se atreven a perseguir sus sueños
por ello?
LH. Te refieres a preguntas como
la de “¿Y con quién se quedan tus hijos cuando viajas por trabajo?”; una
pregunta que nunca hacen a un hombre. O que llamen a la editorial y den por
hecho que tú eres la secretaria solo porque eres mujer.
La vida
de una mujer en el sector editorial es igual de dura que en cualquier otro
lugar (aseguraría que hay sectores más machistas pero eso no desmerece mi
crítica). Se trata de demostrar el doble para conseguir lo mismo y, a su vez,
no dejar de insistir en que eso ocurre para conseguir que en el futuro no siga
ocurriendo. Es agotador pero tengo la esperanza de que, con voluntad política y
social, las cosas cambien. No se trata de que como mujeres seamos feministas,
se trata de que todos lo sean, hombres incluídos. El feminismo reivindica la
igualdad y mientras decir que se es feminista ofenda o moleste, significa que
nos queda mucho camino por recorrer.
En
cuanto a los consejos, no me atrevo a dar ninguno. Cada una conoce sus
capacidades y sus motivaciones para valorar qué puede y qué no puede hacer. Si
puede y, sobre todo, quiere tener hijos es una decisión demasiado importante
como para buscar la respuesta fuera de una misma. Y lo mismo para lanzarse a
cambiar de trabajo o lo que sea, eso exige información, reflexión y valoración
propios.
Si
acaso, lo único que puedo decir es que no hay ninguna razón por la que se tenga
que renunciar a nada. Son palabras de una amiga mía y creo que responden mejor
que las mías propias.
I. Como editora, ¿qué consejo le
darías a un autor que esté buscando casa para su manuscrito?
LH. Que sean selectos con las
editoriales a las que envían sus manuscritos.
Que las conozcan, que sepan lo que hacen. Hay una entrada en un blog de
Sinerrata que lo explica perfecto. No podría añadir nada más a lo que se pone
allí.
I. Pensando en Los Desafortunados, ¿cómo lo
descubristeis? ¿Cuál fue el motivo por el que decidisteis publicarlo? ¿Qué es
lo que resaltarías de la obra?
LH. Ese libro es una preciosidad y
un suicidio editorial al mismo tiempo. Como sabes es un libro de pliegos
sueltos en una caja para leer desordenados. Contenido y continente expresan con
habilidad la fragilidad de la vida. Es un orgullo haberlo publicado aunque sea
a un alto coste. Por suerte la crítica ha recibido con los brazos abiertos esta
propuesta y los lectores están entusiasmados.
I. ¿Cuál sería tu ojito derecho
entre todas vuestras publicaciones?
LH. Entre ojito derecho y patito
feo: Las tres muertes de K. de
Bernardo Kucinski. Es uno de mis favoritos pero pasó desapercibido. Yo no dejo
de hablar de él. Es una maravilla en
estructura y forma. La historia de la desaparición de la hija de K., el
protagonista, durante la dictadura brasileña. Introduce diferentes voces para
narrar, el general al que le molesta ese abuelo que lo deja de preguntar, el
soldado que tortura a la hija, la
amantes del general que lo sabe todo, la comisión que valora la expulsión de
ella de la universidad porque ha dejado de asistir (cuando todos saben por
qué). Las dictaduras contienen toda esa violencia e injusticia pero son igual
de terribles las democracias que las suceden y que dan la espalda a lo
ocurrido. En Brasil siguen las avenidas con los nombres de generales, tenientes
y demás en las avenidas y consideran un honor homenajear a las víctimas con un
par de calles en las afueras de la capital. El año pasado, en Brasil, "La Comisión de la verdad y la
justicia" pasó a llamarse
"Comisión de la verdad" y eso con un gobierno de izquierdas.
¿Te suena? Nos pasa lo mismo o peor aquí en España con nuestra dictadura,
muertos e injusticias sin reconocer, asociaciones a favor del franquismo, homenajes, manos alzadas... todos los
políticos que pudieron cambiarlo, no lo
hiceron y eso les hace cómplices.
I. ¿Nos recomiendas alguna de las
novedades de Rayo Verde?
LH. Te recomiendo Los perales tienen la flor blanca uno de
nuestros autores más destacables. Ha ganado 10 premios internacionales y está
traducido a 20 idiomas. El libro es una maravilla y lo pueden leer personas de
10 a 80 años. En Holanda es lectura recomendada en institutos. Una lectura
estupenda para compartir en familia o disfrutar en solitario.
I. Pueden parecer preguntas muy
obvias, pero todos tenemos nuestras razones: ¿Librería de barrio o grandes
librerías? ¿Editoriales independientes o grandes grupos? ¿Por qué?
LH. Es una
pregunta con trampa porque yo soy una editorial independiente pero te invito a
hacer la reflexión ¿Dónde revierten los beneficios (y no hablo solo de los
económicos sino también de los sociales, por ejemplo) de un tipo de empresa u
otro? Quizás esa respuesta nos haga comprender por qué nuestro consumo debe ser
sostenible y consciente.
I. Y como lectora, ¿nos
recomiendas algún título?
LH. Sí, es lo que más me gusta. Os
recomiendo Principi d'incertesa de
Martí Sales, el último libro que me ha deslumbrado, por la valentía del
escritor y de sus editores 'Les Males Herbes'. A cualquier adolescente o adulto
que se lea L'aigua és això de Foster
Wallace en la editorial Periscopi, es imprescindible, un libro que puede hacer
que nuestro mundo sea un poquito mejor. ¡Y se lee en un suspiro! Un gran regalo
hasta para no lectores. El libro que publicó la Uña Rota de Bertolt Bretch no
tiene desperdicio, una joya. Y como experiencias extrasensoriales os propongo
los libros de JekyllandJill que exploran los límites de las vías formales de
publicación de un libro.
Si
quieres seguir leyendo:
Isabel del Río
Agosto 2015
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