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jueves, 15 de abril de 2021

Reseña bibliográfica de Mariana Enríquez

 



MARIANA ENRIQUEZ

Mariana Enríquez (Buenos Aires, 1973) es periodista, subeditora del suplemento Radar del diario Página/12 y docente. Ha escrito novelas, relatos de viajes, perfiles –como La hermana menor, acerca de la escritora Silvina Ocampo: «Enríquez ha sabido recrear una época especialmente interesante de la vida cultural de Buenos Aires» (J. A. Masoliver Ródenas, La Vanguardia); «Un libro revelador» (J. E. Ayala-Dip, El País)– y colecciones de cuentos: en Anagrama han aparecido dos de ellas, Los peligros de fumar en la cama: «Relatos espléndidos. (...) Una gran escritora» (Nadal Suau, El Mundo); «Unos cuentos impresionantes» (Llucia Ramis); y Las cosas que perdimos en el fuego, publicada en veinte países y galardonada en 2017 con el Premi Ciutat de Barcelona en la categoría «Literatura en lengua castellana»: «Goza de un merecido reconocimiento. La escritura posee cualidades como la condensación y una sugerente frialdad. Una prosa con peso específico» (Carlos Pardo, El País); «Se apoya con inteligencia en los maestros para crear un mundo narrativo muy propio» (Edmundo Paz Soldán); «Excepcional» (Marta Sanz). Su obra ha recibido un aplauso unánime: «Toma un rasgo que reconocemos en Cortázar y lo exacerba: lo podrido y maléfico de la vida cotidiana, la rajadura por la que se filtra un fondo de irracionalidad donde chapotean cuerpos entregados a sus excreciones y palpitaciones» (Beatriz Sarlo); «Un prodigioso cruce entre la reescritura de ciertas tradiciones y esa lucidez atroz que llamamos mirada propia. Compartirla con los lectores es motivo de fiesta» (Andrés Neuman).

(Texto extraído de la biografía incluida en la web de Anagrama)

 

TÍTULOS COMENTADOS:

Los peligros de fumar en la cama

Las cosas que perdimos en el fuego

Nuestra parte de la noche

La hermana menor. Un retrato de Silvina Ocampo

EDITORIAL: Anagrama

Este es el mar

EDITORIAL: Random House

 

SINOPSIS y ENLACES


Los peligros de fumar en la cama

Una niña desentierra en el jardín unos huesos que resultan no ser de un animal; la bucólica escena veraniega de unas chicas que se bañan en un paraje natural acaba convertida en un infierno de celos de inquietantes consecuencias; un mendigo despreciado siembra la desgracia en un barrio pudiente; Barcelona se transforma en un escenario perturbador, marcado por la culpa y del que es imposible escapar; una presencia fantasmal busca un sacrificio en un balneario; una chica siente una atracción fetichista por los corazones enfermos; un rockero fallecido de un modo atroz recibe un homenaje de sus fans que va más allá de lo imaginable; un chico que filma clandestinamente a parejas haciendo el amor y a mujeres con tacones altos caminando por las calles recibe una propuesta que le cambiará la vida...

https://www.anagrama-ed.es/libro/narrativas-hispanicas/los-peligros-de-fumar-en-la-cama/9788433998248/NH_580


Las cosas que perdimos en el fuego

El mundo de Mariana Enríquez no tiene por qué ser el nuestro, y, sin embargo, lo termina siendo. Bastan pocas frases para pisarlo, respirarlo y no olvidarlo gracias a una viveza emocional insólita. Con la cotidianidad hecha pesadilla, el lector se despierta abatido, perturbado por historias e imágenes que jamás conseguirá sacarse de la cabeza.

Las autodenominadas «mujeres ardientes», que protestan contra una forma extrema de violencia doméstica que se ha vuelto viral; una estudiante que se arranca las uñas y las pestañas, y otra que intenta ayudarla; los años de apagones dictados por el gobierno durante los cuales se intoxican tres amigas que lo serán hasta que la muerte las separe; el famoso asesino en serie llamado Petiso Orejudo, que sólo tenía nueve años; hikikomori, magia negra, los celos, el desamor, supersticiones rurales, edificios abandonados o encantados... En estos doce cuentos el lector se ve obligado a olvidarse de sí mismo para seguir las peripecias e investigaciones de cuerpos que desaparecen o bien reaparecen en el momento menos esperado. Ya sea una trabajadora social, una policía o un guía turístico, los protagonistas luchan por apadrinar a seres socialmente invisibles, indagando así en el peso de la culpa, la compasión, la crueldad, las dificultades de la convivencia, y en un terror tan hondo como verosímil.

https://www.anagrama-ed.es/libro/narrativas-hispanicas/las-cosas-que-perdimos-en-el-fuego/9788433998064/NH_559


Nuestra parte de la noche

Un padre y un hijo atraviesan Argentina por carretera, desde Buenos Aires hacia las cataratas de Iguazú, en la frontera norte con Brasil. Son los años de la junta militar, hay controles de soldados armados y tensión en el ambiente. El hijo se llama Gaspar y el padre trata de protegerlo del destino que le ha sido asignado. La madre murió en circunstancias poco claras, en un accidente que acaso no lo fue.

Como su padre, Gaspar está llamado a ser un médium en una sociedad secreta, la Orden, que contacta con la Oscuridad en busca de la vida eterna mediante atroces rituales. En ellos es vital disponer de un médium, pero el destino de estos seres dotados de poderes especiales es cruel, porque su desgaste físico y mental es rápido e implacable. Los orígenes de la Orden, regida por la poderosa familia de la madre de Gaspar, se remontan a siglos atrás, cuando el conocimiento de la Oscuridad llegó desde el corazón de África a Inglaterra y desde allí se extendió hasta Argentina.

El lector encontrará en estas páginas casas cuyo interior muta; pasadizos que esconden monstruos inimaginables; rituales con fieros y extáticos sacrificios humanos; andanzas en el Londres psicodélico de los años sesenta, donde la madre de Gaspar conoció a un joven cantante de aire andrógino llamado David; párpados humanos convertidos en fetiches; enigmáticas liturgias sexuales; la relación entre padres e hijos, con la carga de una herencia atroz; y, de fondo, la represión de la dictadura militar, los desaparecidos y, más adelante, la incierta llegada de la democracia, los primeros brotes del sida en Buenos Aires... El terror sobrenatural se entrecruza con terrores muy reales en esta novela perturbadora y deslumbrante, que consagra a Mariana Enríquez como una escritora fundamental de las letras latinoamericanas del siglo XXI.

https://www.anagrama-ed.es/libro/narrativas-hispanicas/premio-herralde-de-novela/9788433998859/NH_636


La hermana menor. Un retrato de Silvina Ocampo

La escritora argentina Silvina Ocampo es una de las figuras más exquisitas, talentosas y extrañas de la literatura en español. Hija de una familia aristocrática, autora de libros que, al decir de Roberto Bolaño, parecen provenir de «una limpia cocina literaria», en torno a ella se han urdido mitos que envuelven no solo su obra, revalorizada con entusiasmo en los últimos años, sino también su vida privada: la particular relación que tenía con su marido, Adolfo Bioy Casares; su cambiante y chismosa amistad con Jorge Luis Borges, que cenaba cada noche en su casa; sus presuntos romances con mujeres, como la poeta Alejandra Pizarnik o la madre del propio Bioy; sus perturbadoras premoniciones; sus ambiguos conflictos con la olímpica Victoria Ocampo, su hermana mayor.

En este libro, Mariana Enríquez, a través de una enorme cantidad de fuentes bibliográficas y testimonios de amigos, críticos, parientes y albaceas de Silvina Ocampo, cuestiona los mitos, descorre el velo sobre los secretos y mira con una intensidad única la vida de quien vivió con el afán de permanecer oculta. El resultado es el retrato emocionante de una mujer entrañable y oscura, inteligente y suavemente perversa, dueña de una imaginación desaforada (y de unas piernas espectaculares), a quien hoy se considera una de las mejores cuentistas del Río de la Plata.

https://www.anagrama-ed.es/libro/biblioteca-de-la-memoria/la-hermana-menor/9788433908063/BM_36


Este es el mar

Helena es fan de la banda Fallen. Una abeja más de un enjambre de jovencitas cuya vida se vuelve macabra y sórdida. Giras, sobredosis, carpetas con cuatro mil quinientas horas de archivos, amores enfermizos, aislamiento. Una lucha alocada por convertirse en la fan más fiel. Chicas que mueren con la foto de su ídolo y el estómago lleno de pastillas.

Ritos de pasaje, adolescentes fanatizadas con estrellas de rock, inframundos donde conviven seres que han complotado para que Kurt Cobain, Sid Vicious y Jim Morrison mueran repentinamente...

 

OPINIÓN

La oscuridad se cierne sobre sus frases, del mismo modo que una ironía afilada y sin ánimo de ser observada nos estalla en la cara.

"Los fantasmas son reales. Y no siempre vienen los que uno llama."

En sus antologías de relatos, Mariana Enríquez brilla, como una de sus mujeres ardientes, llama la atención a gritos, mientras a ti se te ponen los pelos de punta pensando quién o qué podrá escucharlos.

"La extraña porque ya sabe que está muerta. Los animales tienen una percepción que nosotros perdimos."

Desde fantasmas, sacrificios y casas encantadas, a dioses lovecraftianos y realidades mordientes que son demasiado reconocibles. Los peligros de fumar en la cama y Las cosas que perdimos en el fuego son dos libros imprescindibles para quien quiera adentrarse en el universo de la autora.  

Con Nuestra parte de la noche, Mariana afila sus tabúes y fetiches, y recupera personajes e imágenes de sus mejores relatos.

"No sentimos con la piel, hijo, sentimos con el cerebro. El dolor está en el cerebro."

Por ejemplo, revive La casa de Adela, relato que ya podíamos encontrar en Las cosas que perdimos en el fuego. Este cuento de terror urbano y domofílico reaparece en la novela con algunos cambios y con el hijo de Juan, Gaspar, como personaje protagonista de la acción, motor activador y amigo de los niños de la historia original.

"La puerta se cierra detrás de él y, si alguien intentara empujarla, sería inútil. No es el candado ni el cemento lo que la mantiene sellada. "

Mariana es periodista cultural y, cuando continuamos con las lecturas, descubrimos hasta qué punto se nutre de la historia de Argentina, del vaivén de la humanidad, de la cultura y del arte, de personajes como Silvina Ocampo y aquellos que la rondaron —el escritor Adolfo Bioy Casares y su gran amigo Jorge Luis Borges, por ejemplo.

Si tenemos un momento para deleitarnos con la biografía que escribió sobre la autora argentina, no podemos evitar reconocer las semejanzas entre la vida y rarezas de Silvina Ocampo y los personajes de sus relatos y de Nuestra parte de la noche. La casa de campo y el edificio propiedad de la familia, con un piso para cada hermana; la historia entre Silvina y su hermana Victoria, la imagen de ambas juntas, su contraposición en las distintas bellezas y formas de pensar; la hermosura de Bioy y sus aventuras con otras mujeres, el poliamor que ambos parecían mantener, la bisexualidad y los celos de Rosario en la novela, Silvina en la realidad…; la oscuridad que los rodeaba en muchos sentidos.

Paralelismos entre la realidad histórica y los personajes, paisajes y sucesos de la novela de Enríquez, en la que aparece también el niño que perdió las piernas en las vías del tren, como en uno de sus relatos, o el amor por la música de Silvina-Rosario, en contraposición a la ignorancia hacia la misma por parte de Bioy-Juan.

"La costanera sur con sus escaleras y faroles, las glorietas, totalmente vacía, los carritos de choripanes cerrados, las tres de la madrugada en Buenos Aires y caminar sobre el pasto y tocar las hojas de los árboles con la punta de los dedos, poca luz salvo la luna, tres cuartas partes del universo son oscuridad, había dicho su padre, y Gaspar entendía, el universo era noche... "

Referencias históricas, literatura, música, arte, que no sólo dan forma al universo por el que se mueven los personajes, sino que nos invitan a transitarlos con ellos y a buscar ésas referencias, a empaparnos de ese mundo, a leer a los mismos poetas que Juan y Gaspar, o escuchar su música mientras contemplan un cuadro de Escher.

Y es que la música es tan importante en su obra que no sólo podemos encontrarlo en sus relatos, como en aquél en que dos jóvenes deciden exhumar y devorar los restos de su cantante predilecto, sino por su novela corta Este es el mar, donde nos abordan ninfas, sirenas y estrellas. Cómo nacen los dioses, de dónde nacen las voces de las musas que los empujan a la leyenda y hacia el final, ¿es amor o enfermedad lo que sientes cuando te duele el corazón al mirarlos? Una novela corta que nos habla de leyenda antigua y moderna, mezcladas y confundidas, con reminiscencias a ondinas y otras criaturas que quisieron llegar a ser amadas por aquellos a los que debían devorar.

Apagones, militancia, dictadura, pobreza, esclavitud, VIH, arte, música, drogas, ocultismo, poesía...

"La Oscuridad estaba abierta y la noche no estaba cerrada".

Los personajes de Mariana, ya sea en sus relatos o novelas, están vivos y recorren las calles dando aliento reviviendo estampas pasadas, como en Ese verano a oscuras.

Juan y Gaspar, padre e hijo, dos caras de la misma moneda, ambos torturados y disfuncionales, ambos de una belleza que irradia extrañeza, pesadillas vivas con un pasado en común y un futuro ineludible. Una novela en que, su primer capítulo, es sublime.

"Eso era ser huérfano: tener cajitas de cenizas y no saber qué hacer con ellas. "

Leer a Mariana Enríquez es entrar en la crónica de un mundo oculto, de una realidad ignorada frente a nuestras narices.

"El Paraná tiene remolinos: se dice que son los muertos que viven bajo el agua y buscan compañía... "

 


Enlace a la reseña de Ese verano a oscuras:

http://laodiseadelcuentista.blogspot.com/2020/01/resena-de-ese-verano-oscuras-de-mariana.html

 

Isabel del Río, Julio 2020

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