viernes, 30 de diciembre de 2016
miércoles, 21 de diciembre de 2016
Entrevista a Emilia Illamola
“Por
eso mis protagonistas, en lugar de navegar literalmente por el mar, navegan
metafóricamente por la vida”.
Vinculada
laboralmente al mundo del libro desde 1974, primero en Cap Gros librería y
después en la Llibreria Robafaves, de la que fue cofundadora, Emilia Illamola
es autora de: Fraccions, obra de prosa poética con Viena Editorial
en 2012; Joc de Llunes, su primera novela, con Nova Casa Editorial
en 2014; Una certa onada, con Quorum Llibres en 2015; y su última
novela, primera en castellano, Más allá del cielo azul, con Nova
Casa Editorial en 2016.
Actualmente
escribe, colabora en diferentes programas de radio y participa en recitales.
ENTREVISTA
IDR. Tus
novelas son protagonizadas por mujeres que transitan por momentos de ruptura y
cambio, mostrándonos la influencia de sus sentimientos y forma de ver la vida
en cómo se enfrentan a esas arenas movedizas. ¿Qué tratas de transmitir en
ellas? ¿Cuál sería el mensaje de fondo de Más allá del cielo azul?
EIG. En
resumen, aunque parezca que el mundo se termina, el horizonte —que para mí
simboliza el futuro, el mañana, eso con que nos vamos a encontrar a
continuación— siempre está ahí, totalmente abierto, a nuestro alcance, solo
tenemos que enfocar y seguir. Que no hay que perder la esperanza, que después
de una amistad o de un amor roto siempre hay un más allá que aparece, que se
materializa, en el que debemos creer. Y quizás se deba a ese miedo que tengo a
los cambios no previstos, esos que duelen, que se presentan sin avisar y debes
afrontar. Porque de los buenos nadie se acuerda, ya que los que cuentan de
verdad son los que nos sitúan en una encrucijada.
IDR. Todas
ellas escriben. Inician sus andanzas en ese mundo de palabras por un motivo u
otro, pero al final, ese ritual resulta crucial para su devenir. ¿Qué significa
para ti la escritura? ¿Por qué empezaste a escribir? ¿Qué es lo que te
proporciona la escritura?
EIG. Para
mí es una forma de tomar conciencia, de ahondar, de profundizar. Y en este
momento no podría imaginar mi vida sin ella. Porque la siento mía y tengo la
fantasía de que la puedo controlar, dominar, aunque sé que no es cierto.
Es curioso que esta pasión que me ha llegado tarde se me haya revelado
imprescindible, pues cuando escribo me parece que estoy reteniendo el tiempo,
mi tiempo, que de alguna forma lo estoy recuperando. Y pienso que debe de ser
esa huella que deja en mí escribir, lo que me satisface.
IDR. La
melancolía hacia el pasado y lo soñado se equiparan a la fuerza del paisaje que
atraviesa Estela, la protagonista. ¿Crees en la certeza que expresa tu
protagonista, en que “Nunca cuenta el pasado, siempre se empieza de cero”?
EIG. Sí,
creo que es lo real —aunque no estoy muy segura de ello—, pero a menudo en la
vida es así, aunque me gustaría que siempre contara el haber hecho o vivido.
Pero nos alimentamos de los cambios, de las novedades, y tendemos a arrinconar
lo ya sabido, lo conocido. Y nos cuesta mantener vivo un afecto, una relación
de amistad. Y luego están las vivencias con las personas queridas, como cuesta
mantenerlas al corriente, no sé, la verdad, a veces creo que es totalmente
cierto, y a veces lo pongo en duda.
IDR. El
viaje por el Camino de Santiago es una metáfora de recorrido interno, en el que
podemos ver la lucha de la protagonista por autoconocerse y, al tiempo, por
entender sin filtros lo que le está sucediendo. ¿Has hecho el Camino? ¿Cómo fue
tu experiencia? ¿Cuánto hay de ella en esta novela?
EIG. No,
no he hecho el Camino. Es uno de aquellos retos que tengo pendientes y que
espero llevar a cabo. Pero he hecho travesías y seguido rutas a pie por el
Pirineo y por otros lugares propios de los excursionistas. Y me gusta el
contacto con la naturaleza y esa dureza —que a veces se parece mucho a la
cabezonería—, que te empuja a dar cada paso hasta donde tienes y quieres
llegar. Recuerdo el dolor en los hombros a causa del peso de la mochila, las
llagas en los pies provocadas por las botas, el placer de meter los pies en el
agua cristalina y fría, el silencio estremecedor que reina en las cumbres, los
maravillosos cielos abiertos, no sé, tengo muchos recuerdos de esa época, y
junto con ellos se me agolpan aún un montón de sensaciones.
IDR. Tus
protagonistas son mujeres, pero cada una pasa por una etapa vital distinta.
¿Con tus novelas tratas de mostrar la evolución y cambio de la mujer en las
distintas etapas, así como en la sociedad?
EIG. En
general las mujeres hemos caminado solas y no siempre nos hemos sabido apoyar
las unas en las otras. Pero, afortunadamente, en las últimas décadas esto está
cambiando.
Nos
faltan referentes, pues los que tenemos son escasos —por ejemplo, no tenemos un
Shakespeare, un Miguel Ángel o un Mozart. Y esa inseguridad es la que reflejan
las protagonistas de mis novelas —ya despojadas de la tutela masculina, aunque
aún vacilantes—, que han de abrirse camino por si solas, puesto que ya no se
conforman en ser “parte de”: la familia, una empresa, etc. Son mujeres que
quieren, o se han visto obligadas, a tomar el mando de sus vidas, y es entonces
cuando se dan cuenta de la falta, o escasez, de modelos, y que es una ardua
tarea crearlos.
Y
es esa falta de una tradición asentada lo que nos dificulta, muchas
veces, tomar decisiones. No todos los modelos que desarrollamos son
propios, sino que muchos, bien por desconocimiento o por inercia, los adoptamos
y seguimos el patrón masculino: ejecutivas, profesionales, etc… porque ya están
forjados y cuesta mucho transformarlos, darles nuestra propia forma, desde
nuestra propia perspectiva.
IDR. Esta
es tu primera novela en castellano, ¿la escribiste en esta lengua o la
tradujiste? ¿Cómo te sientes más cómoda escribiendo? ¿Por qué este
cambio?
EIG. La
idea de esta novela me llegó, o me vino —o lo que sea que pasó, pues no lo sé
muy bien—, en castellano. Primero fue una sorpresa, pero una vez que
apareció en mi mente no pude abandonarla. Y aunque pertenezco a esa generación
de escuela monolingüe en castellano, representaba un reto personal.
Aunque debo de haber leído mucho más en castellano que en catalán, empecé a
escribir en catalán de forma natural, porque es mi forma de expresión habitual.
Y me costó decidirme, pero una vez tomada la decisión ya no podía concebirla en
catalán.
IDR. En
tu prosa siempre hay poesía. Muchos párrafos parecen parte de un poema, aunque
huyes de descripciones como “prosa poética”, ¿crees que con este estilo
muestras mejor la tormenta de sentimientos por la que navegan tus
protagonistas?
EIG. Sí,
pues me doy cuenta que utilizo esas descripciones para marcar la cadencia y el
ritmo de la narración. Porque me impulsan hacia ese impacto que deseo crear en
el lector, para atraparlo. En vosotros, los lectores y lectoras, está decirlo.
Creo que al final, soy de las que describen más el interior que el exterior. O
sea que en lugar de describir acciones, yo describo sensaciones. Por eso mis
protagonistas, en lugar de navegar literalmente por el mar, navegan
metafóricamente por la vida.
IDR. Estela
se ve sumida en la confusión a causa de su forma de ver el mundo, de imaginar
antes de vivir, de ser romántica… ¿Cuánto de Emilia hay en ella?
EIG. Pues
creo que bastante, es imposible escribir sin dejar huella, al menos para mí.
Aunque seguramente yo soy más realista, o al menos me gusta pensar que lo soy.
Pero quizás mí escritura se percibe más personal de lo que es en realidad, ya
que lo que escribo, de hecho, es solo una ficción más.
IDR. A
pesar de ser historias y momentos distintos, las protagonistas de tus novelas
se ven en una encrucijada vital a causa del AMOR en mayúsculas. ¿Qué significa
para ti este sentimiento? ¿Por qué parece el centro e hilo conductor de tus
historias?
EIG. Sí,
es cierto. En Viola, de Una certa onada, es el equilibrio que
mantiene con su pareja lo que le permite escribir; en Lía, deJoc de llunes,
es el dolor por la pérdida lo que la empuja a escribir; y en Estela, de Más
allá del cielo azul, es el deseo de reencontrarse para volver a conectar
con su pareja lo que la impulsa a escribir. Y si vamos a Fraccions,
que es el inicio de mi experiencia como escritora, nos encontramos con un ser
femenino que se siente roto, entre otras muchas causas, por haber perdido un
entorno en el que se creía amada y respetada.
¿Qué
es para mí el AMOR en mayúsculas? Pues creo que es mi aspiración final: que me
quieran mis hijos, que me quieran mis amigos, que me quiera mi pareja, etc.
Porque la comprensión, el amparo que da el amor, es lo que me proporciona esa
clase de equilibrio que necesito para poder vivir en paz.
IDR. ¿Cómo
se te ocurrió escribir esta novela? ¿Cuál es tu fuente de inspiración?
EIG. La
verdad es que no lo sé. Surgió. Empecé a tirar del hilo y esa idea del esfuerzo
de una huida creativa tomó forma y ¡et voilà! La dejé
descansar un año, terminé otros proyectos, y luego la revisé y me empeñé en
publicarla, que no es fácil. Tú lo sabes, que nunca lo es. Pero
afortunadamente, aquí está.
IDR. ¿Tienes
un método? ¿Cómo te pones a escribir? ¿Ha sido distinta la experiencia con esta
novela a la que has tenido con las anteriores?
EIG. No
sé si es un método o no, el caso es que siempre tengo diferentes frentes de
escritura abiertos. Algunos se desarrollan y otros no. No me creo presión, al
menos lo intento. Me doy cuenta de que para mí escribir, hasta este momento, ha
sido y es aún una cuestión emocional. Y retomo un texto u otro dependiendo de
en qué momento personal me encuentre. Aunque no sé si siempre va a ser así,
pues en este momento mi emotividad y mi creatividad van de la mano y, si se
rompe esta sincronía, no tengo idea de lo que puede pasar.
IDR. La
novela ya ha tenido un rodaje, ¿qué tal ha sido la experiencia de los lectores?
¿Alguna anécdota que quieras compartir?
EIG. Sí,
la anécdota, si es que se puede llamar así, es lo sorprendido que se quedó mi
entorno al ver que había escrito una novela en castellano. Algunas personas
trataron de disimularlo y otras me felicitaron por “lo valiente que he sido”. Y
cuando llego aquí siempre digo —ya desde la primera presentación— que las
lenguas y las culturas se merecen respeto, pues no tienen la culpa de lo que
está pasando. Y también tengo que decir que Más allá del cielo azul está
pensada en castellano y que me sería muy difícil traducirla, lo mismo pienso de Fraccions, Joc
de llunes y Una certa onada; creo que sería para mí todo
un reto tener que hacerlo.
IDR. ¿Algún
proyecto nuevo?
EIG. Sí,
estoy empezando una nueva lucha, o sea, un nuevo micro mecenazgo de unas
narraciones, relatos, monólogos… No sé muy bien, vamos a ver si puedo llevarlo
a cabo y, si es así, cuando lo leas ya me contarás.
Link
a la reseña de Más allá del cielo azul:
Reseña
y entrevista a la autora sobre Una certa onada:
Isabel
del Río
Octubre
2016
lunes, 19 de diciembre de 2016
Recomanacions literaries per a aquest Nadal: infantil, juvenil i adult
Des
de La Font de Mimir us desitjem unes Bones Festes. I què millor per a fer-ho
que amb un munt de recomanacions literàries per a tots els gustos.
Isabel del Río
Relacions Públiques i Dinamitzadora
Cultural
@FONTMIMIR
miércoles, 14 de diciembre de 2016
Reseña de "Más allá del cielo azul" de Emilia Illamola
TÍTULO: Más allá del cielo azul
AUTOR: Emilia Illamola Ganduxé
EDITORIAL: Nova Casa Editorial
SINOPSIS
Más allá del cielo azul es una
historia envolvente, circular, un camino imaginario pero a la vez real que
emprende Estela, para huir de un conflicto que no sabe cómo resolver.
Y desde ese mundo interior en el que lucha para mantenerse a flote, se va
adaptando paulatinamente a los cambios de rutina que le impone el nuevo
escenario por el que transcurre su vida.
El esfuerzo por controlar el vuelco que ha modificado su realidad se
transforma en oportunidad para trabar relación con su entorno, y las incógnitas
que la han impulsado a replantearse lo que le está sucediendo se van aclarando.
OPINIÓN
“A medida que me alejaba, me iba reafirmando en mis razones para justificar
mi actitud y la decisión que había tomado. Y me sentía entera, poderosa, casi
como había imaginado”.
Existen novelas que te hacen sentir identificado con sus personajes, que te
obligan a poner en duda algunos de tus a priori y replantearte
las cosas. Más allá del cielo azul es una de estas historias que,
utilizando el Camino de Santiago como metáfora del recorrido interior hacia el
cambio, y el cielo azul como horizonte inalcanzable y, al mismo tiempo, meta a
la que nos dirigimos, nos muestra los pasos de su protagonista, Estela, hacia
la autocomprensión y la respuesta a aquello que la está asfixiando en vida.
“Por un momento me sentí perdida, flotando en una vida que ni siquiera me
parecía mía. (…) Y pensé en dirigirme al norte. Hacia las grandes dimensiones
boscosas que había entre los pueblos y ciudades a las que de pronto deseaba
volver”.
Con un lenguaje sencillo, unas imágenes de gran belleza y austeridad, y una
prosa poética marca de la autora, Emilia Illamola nos introduce, en esta, su
tercera novela, en la mente de su protagonista. A través de sus páginas no sólo
seguimos su senda por el Camino de Santiago, sino que viajamos con ella al
pasado y seguimos los hilos de sus pensamientos y sueños.
“Todavía no estaba preparada para abrir el móvil y llamarte. Oír tu voz a
lo lejos y tan cerca, en mi oído, al mismo tiempo”.
Las protagonistas de Illamola siempre son mujeres que, en un momento de
inflexión vital, comprenden que han de operar un cambio y que, para ello,
necesitan reencontrarse consigo mismas. En cada relato encontramos un momento
clave en la vida de una mujer, distinto en cada novela, y seguimos las
vivencias de la protagonista a través de sus emociones y pensamientos. El
diálogo es casi inexistente, pero no por ello estamos ante una obra lenta, sino
que la autora alterna viaje con momentos humanos, pensamientos, sueños y
recuerdos, abriendo incógnitas y cerrando misterios sobre un personaje y una
relación que, en un inicio, pueden parecer acabados.
“Me daba cuenta de que había tomado una decisión que iba a tener
consecuencias imprevisibles”.
Uno de los temas clave en la narrativa de Illamola es el amor, las
relaciones que nos marcan y completan, y en esta novela no falta este
sentimiento capaz de mover montañas y hacernos cometer locuras. En Más
allá del cielo azul, Estela huye ante la imposibilidad de retener al hombre
que ama, ante el temor de que, siendo ella misma, le pierda. Decide ponerse a
prueba para demostrar su valía, tanto a él como a ella misma, y encuentra en su
travesía más respuestas de las que andaba buscando.
“Sí, me parecía que era el dolor lo que daba de verdad realidad a mi vida
y, aunque fuera contradictorio, tenía miedo de no poder desprenderme de él y de
que, quizás, si seguñia hurgando, me hundiría todavía más en la soledad”.
Otro de sus leitmotiv es la escritura como herramienta
transformadora. Las mujeres de Una certa onada (link más
abajo) y Más allá del cielo azul utilizan la escritura como
vía de escape de sus propias vidas hasta que ésta las atrapa y las lleva más
allá.
“Necesitaba respirar, volar, para poder afianzarme de nuevo”.
Amor, amistad, pérdida, enfermedad, maternidad, trasformación y confianza
son algunos de los temas que encontraremos en esta novela, a través de un
camino místico que podremos recorrer junto a Estela, pues ella misma nos va
describiendo parajes e historias que le sirven para reencontrarse con aquella
niña y joven que fue, con la mujer que es ahora, con la que le espera al final
del camino con los brazos abiertos.
“Solo necesitaba saber quién era yo en realidad para poder corresponderte
de verdad, pero al mismo tiempo me daba miedo pensar si saberlo me iba a
impedir volver contigo”.
Desde pequeña he querido hacer el Camino de Santiago y he de decir que esta
novela me ha transportado y me ha hecho tener todavía más ganas de realizarlo.
“Y me di cuenta de que se me daba mucho mejor imaginar, recordar y
fantasear, que vivir”.
Leer a Emilia Illamola es como disfrutar de un buen poema que te lleva al
corazón de una mujer que bien podrías ser tú.
“Y me pareció que al andar iba quedando, al mismo tiempo algo de mí, como
si fuera posible dejar mi propio rastro en el camino”.
Recomendado a todo tipo de lectores, a quiénes disfruten de las historias
evolutivas e intimistas, de la transformación vital, de los viajes y la poesía.
“(…) intenté dejarme llevar, sin ser consciente del torbellino que me iba a
engullir. Quizás me engulló. Y no lo recuerdo”.
Link a la reseña de Una certa onada y a la entrevista con
la autora:
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Isabel del Río
Septiembre 2016
miércoles, 7 de diciembre de 2016
Reseña de "Oso" de Marian Engel
TÍTULO: Oso
AUTOR: Marian Engel
TRADUCTOR: Magdalena Palmer
EDITORIAL: Impedimenta
SINOPSIS
Publicada en 1976 y adorada por Robertson Davies, Margaret Atwood o Alice
Munro, Oso es una novela delicadísima y calculadamente
transgresora, una auténtica parábola de la vuelta a la naturaleza.
La joven e introvertida Lou abandona su trabajo como bibliotecaria cuando
se le encarga hacer inventario de los libros de una mansión victoriana situada
en una remota isla canadiense, propiedad de un enigmático coronel, ya
fallecido. Ansiosa por reconstruir la curiosa historia de la casa, pronto
descubre que la isla tiene otro habitante: un oso. Cuando se da cuenta de que
este es el único que puede proporcionarle algo de compañía, surgirá entre ellos
una extraña relación. Una relación íntima, inquietante y nada ambigua.
Gradualmente, Lou se va convenciendo de que el oso es el compañero perfecto,
que colma todas sus expectativas. En todos los sentidos. Será entonces cuando
emprenda un camino de autodescubrimiento. A pesar del impacto que causó su
publicación, Oso se alzó con el Governor General’s
Literary Award en 1976 y está considerada una de las mejores (y más
controvertidas) novelas de la literatura canadiense.
OPINIÓN
“Ahora sabía que lo amaba. Un amor tan extravagante que el resto del mundo
se había convertido en un estrecho nudo sin sentido, salvo por el paisaje que,
neutral y ajeno a ellos, gozaba de sus propios orgasmos de verano”.
Novela bestialista, bucólica y erótica en la que el orgasmo y el dolor son
el catalizador para la autocomprensión y el cambio.
“Oso, haz que por fin me sienta cómoda en el mundo. Dame tu piel”.
Oso escandalizó a
sus contemporáneos y, cuando la leemos hoy en día, entendemos el porqué.
“Lo evidente de las islas, que suele olvidarse en cuanto se desembarca en
ellas, es que son criaturas acuáticas. Esta era pequeña. El jardín de Cary
estaba rodeado de un bosque casi impenetrable. No había playa y la vegetación
llegaba hasta la orilla”.
Lou es una joven profundamente perdida que trabaja identificando y
catalogando retazos de historia ajena. La novela se inicia con la donación de
un tal Coronel Cary al Instituto para el que trabaja. La herencia consta de una
casa aislada y todas las pertenencias del coronel. Lou viaja a la isla sin
saber muy bien qué encontrara, sin demasiada pasión, pero ansiando el cambio,
necesitando de forma visceral y urgente que algo la abofeteé y la haga volver
al mundo de los vivos del que escapó años atrás.
“En invierno vivía como un topo, encerrada en las profundidades de su
despacho, escarbando entre mapas y manuscritos. Se alojaba cerca del trabajo y
hacía la compra de camino al instituto, correteando apresurada de un refugio a
otro por el túnel del invierno, sin perder tiempo”.
Según avanzamos en sus páginas vamos adentrándonos más en la mente de Lou,
en porqué siente lo que siente y hace lo que hace, quién fue en otra vida y
cómo se ha dejado arrastrar en esta.
“Pescaderas o viudas de pescadoras. Y todas empezamos queriendo ser
sirenas”.
Curiosamente, cuando llega a la isla y su guía autóctono, Homer, le muestra
cómo sobrevivir allí, descubre también que entre las adquisiciones del
Instituto se encuentra un oso. Un enorme oso pardo sin nombre ni edad conocida.
“Así que este era su reino: una casa octogonal, una sala llena de libros y
un oso”.
Al principio, Lou teme al oso, no sabe qué debe hacer, pero siguiendo los
consejos de una anciana india se acercará a este animal y a todos los secretos
que esconde. Y las notas del primer Cary, aquel que se aventuró a la remota
isla dejando su vida atrás, quien construyó la casa y la biblioteca en la que
trabaja Lou, la guían a un viaje sin retorno hacia una visión del mundo más
allá de lo cotidiano.
“Los verdaderamente románticos sucumbían de forma espantosa, recordó. Se
hundían en el hielo, contraían neumonía o tuberculosis, morían de fiebres
extrañas, escorbuto, depresión o abandono. Solo sobrevivían los más fuertes y
sus escasos recuerdos”.
Según pasan los días y avanza con su trabajo, Lou inicia una especie de
viaje iniciático que la convertirá en otra, pero habrá de pasar por la febril
locura para ello.
“Anoche: el espantoso roce de sus zarpas en el linóleo, cómo cambió de
estatura en lo alto de la escalera… Ella se había encogido de miedo, encogido
literalmente, hasta meterse en el vano de la ventana. De haber permanecido de
pie, las rodillas le habrían vuelto a flaquear”.
El oso es un símbolo, un animal que trae consigo la sabiduría más básica y
terrena, que sana a Lou justo donde ella lo necesita: en su inseguridad, sus
miedos, su soledad. Y finalmente le da el zarpazo de gracia para devolverla a
la realidad y colocar cada cosa en su sitio.
“Se rumorea que hasta los devotos los veneran por la antigua creencia de
que ellos, y no Adán y Eva, fueron nuestros primeros antepasados”.
Una historia compleja y bella, distinta, rodeada de una naturaleza
exuberante y poética. Un libro repleto de emociones tan vivas que casi duelen.
Un amor imposible que rompe esquemas y fronteras, que nos recuerda la inocencia
y la pasión, más allá de lo que se espera de nosotros, sólo debiéndose a uno
mismo y su corazón.
“¡Oh, se sentía sola, inconsolablemente sola…! Llevaba años sin sentir
contacto humano. Siempre se le había dado mal. Era como si los hombres supieran
que su alma estaba gangrenada”.
Recomendada a los que no teman romper tabús o superar los límites sociales,
para aquellos que busquen una historia más allá de las convenciones que anime a
la autorreflexión y la metamorfosis.
“¿Dónde he estado?, se preguntó. ¿En una vida que ahora podría considerarse
una ausencia de vida?”.
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Isabel del Río
Julio 2016
jueves, 1 de diciembre de 2016
NEWS Activitats de la Font de Mimir: novembre-desembre 2016
Hem gaudit d'un mes ple de recomanacions i lectures. En
el nostre Club de Lectura vam
comentar tot tipus d'històries i vam escollir Piel de Lobo com a lectura per la pròxima trobada. A la primera
xerrada de 'Més que un Club (de
Lectura)!' ens vam deixar aconsellar per descobrir el nostre còmic/manga
preferit. Vam aprendre a internar-nos en els mons de ficció amb en Roger
Peruga i en Pau Sitjar, autors de Les
Memòries de Harleck. I vam descobrir els secrets de Collserola amb en Josep Mª Casas.
Ja tenim aquí el mes
de Desembre i estem preparant una llista de recomanacions per a aquestes festes. I, per descomptat, les nostres
activitats no s'aturen!
• Dissabte
3 a les 12.00h Mini-Club de Joc: juguem
a jocs de taula amb els més petits (+ de 3 anys).
• Dimarts
13 a les 18.30h Club de Lectura: Piel de
Lobo de la Lara Moreno
• Dimecres
14 a les 19.00h Llibres infantils per Nadal: les editorials BiraBiro i Babulinka ens presentaran el
seu catàleg de llibres il·lustrats.
• Dissabte
17 a les 12.00h Conta Contes: Pícnic per petits curiosos, amb Sherezade Bardají.
• Dimecres
28 a les 12.00h Noè Rivas: presentació del seu nou llibre Cançons per
somriure.
A més, volem convidar-vos a la presentació de la nova
novel·la de la nostra companya: Las Bocas
de la Montaña. El Señor del Viento.
Es presentarà dijous 15 a les 18.30ha la cafeteria Pudding (Pau Claris,
90).
Si voleu apuntar-vos
a les nostres xerrades i activitats, i ser els primers a rebre les novetats
i recomanacions, podeu visitar-nos a la llibreria i escriure a mimir@lafontdemimir.cat o a isabel@lafontdemimir.cat
I cada setmana pengem noves ressenyes al nostre blog:
No te les perdis!
Isabel
del Río
Relacions
Públiques i Dinamitzadora Cultural
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